Y no exageramos. Tu accesorio te podría acompañar décadas, básicamente porque está fabricado en un material noble: cuero natural de vacuno.
El cuero resiste el paso del tiempo e incluso, se va ablandando y moldeando de forma tal que a medida que transcurren los años se ve mejor (igual que tú).
Pero para que esto ocurra de la forma que esperamos, hay que tomar ciertas precauciones y cuidados y acá te damos algunos tips:
1. Limpiar: periódicamente es importante quitar el polvo que se vaya acumulando, con un paño levemente humedecido (podría ser agua + un poquito de jabón líquido neutro), sobre todo por los rincones donde suele juntarse pelusas. Pero recuerda no dejar residuos de jabón! Si se trata de reno (cuero de aspecto gamuzado) es conveniente pasar un cepillo suave para retirar el polvo de la superficie.
2. Humectar: Recordar que el cuero es piel, y como tal, necesita ser lubricada cada cierto tiempo para conservar sus propiedades. Puedes utilizar una crema humectante neutra, grasa de caballo, silicona incolora (ojo que se aplica sobre un paño, NUNCA directamente sobre el cuero) o nuestra cera super mega especial que publicamos en la sección Cuidados del Cuero.
3. Guardar: lo ideal sería vaciar todo su contenido y guardarla en la misma bolsa de crea algodón que te enviamos de regalo con cada compra, cada una en su bolsita, sin superponer porque puede migrar el color de uno a otro y SIEMPRE almacenar tu _BRAVA en un lugar seco donde no haya humedad para que no aparezcan hongos o moho.
Por último:
Evita que el bolso o la cartera de cuero queden cerca de otros artículos que puedan ensuciarlo o mancharlo: cuidado con esa taza de café, con ese vaso de jugo, con lápiz de pasta, alcohol gel, maquillaje, sándwich, etc.
Nunca dejes un bolso de cuero exponiéndolo a los rayos solares de forma directa.
Asegúrate de no dejar tu cartera o mochila en el piso. Así evitarás, en primer lugar, que se ensucie y te ayudará a mantener tu cartera o mochila siempre en buen estado.
No metas tu cartera en la lavadora (por Dios, no!)
Evita el roce con prendas que tienden a perder color (como jeans o pantalones oscuros) y por otro lado, ten en cuenta que el cuero de colores puede transferir dicho color a otras prendas como por ej. telas de color claro.
El cuero es sensible a la fricción y con el roce se puede desgastar su brillo y color original.
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